Un pionono, una bamba y un petisú, por favor. Estaban en la pastelería Lumar, domingo por la tarde de un día de otoño de hace "nosecuantosaños"...... Paqui, Mª Jose y ella cogieron sus pasteles y se dirigieron a su sitio, su rinconcito, allí en aquella calle poco transitada, donde, en el umbral de la tienda de telas, darían buena cuenta de sus dulces. Risas, confidencias...Y mordisco a mordisco, pasaban la tarde. Las tres de Castilla, el trío Acuario, las del Lalala....Así las conocían en el colegio, así las nombraba don Juan Moreno cuando se dirigía a ellas. Sus camisas, de igual corte, cuello mao, Lois la de Paqui y la suya, de confección casera la de Mª Jose, vaqueros y zapatillas de deporte. Una a rayas blancas con fondo azul, otra con rayas azules y fondo blanco, la tercera de cuadritos blancos sobre fondo azul.....La edad de la imitación, la edad de las primeras y grandes amistades, la edad de la inocencia. No corría el tiempo para ellas, no importaba ...
Un lugar donde escapar, un sitio donde encontrarme.