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Mostrando entradas de 2015

Feliz Navidad.

El frío acompañaba sus pasos a través de las calles, concurridas a esa hora de la mañana. El aliento exhalado se mezclaba con el aire gélido de ese día de otoño. Las tiendas exhibían en sus marquesinas las decoraciones de la inminente Navidad. Todo invitaba al consumo. Los rojos se mezclaban con los dorados, los azules con los plata, las guirnaldas iban llenando escaparates y los Belenes, casi en desuso tras la invasión de los gordos y sonrientes Santas, decoraban alguna tienda fiel a la tradición. Pronto empezarían a sonar por la megafonía del Ayuntamiento los típicos villancicos. A ella le encantaban esos soniquetes que la transportaban a su infancia. Le gustaba la parafernalia de esas fiestas, pero las odiaba como la mayoría de la gente. Sentimientos encontrados afloraban en ella al llegar el mes de diciembre. Por una parte era la primera en decorar su salón con el árbol y el Portal, velas, guirnaldas, hojas de acebo, piñas recolectadas de antaño por su desaparecido padre, fi

DONDE SIGA LUCIENDO EL SOL.

 " Soledad no es una palabra fácil de pronunciar; al hacerlo siento un nudo en la garganta que me cierra el paso al llanto, que oprime mi corazón y pareciera que lo encogiese por un instante. Siempre me he sentido sola, será que ya nací predispuesta a la melancolía o es que me ha afectado en demasía el interés que pudiesen tener los demás en mí. Quizás esperé demasiado del mundo y ese mundo no quiso darme tanto. Aquí estoy, en esta residencia para mayores,  eufemísticamente llamada así por las personas encargadas, esas que cuidan de nuestros últimos días, las que velan por "sus viejitos" y se hacen fotos con nosotros el día de Navidad, antes de marcharse a cenar con sus familias. Aquí estoy, en esta habitación coqueta con flores artificiales en el jarrón, cuadros de imprenta con imágenes bucólicas de pájaros trinando sobre verdes y floridas ramas mientras fuera reina la oscuridad. Lo peor de este lugar es que mañana tampoco desaparecerá ese negro que lo envuel

ALAS CORTADAS

No escuchaba nada tras ella, sólo el rumor del viento rozando de vez en cuando sus oídos y revolviendo un poco su cabello. El horizonte se veía plano, como línea continua en la carretera. El sol había salido hacía pocas horas. Hacía fresco. La arena aún estaba húmeda por la pleamar de la noche anterior. Ella aún tenía mojados los pantalones y los pies descalzos. No sentía frío, no tenía necesidad de sentir nada. Se había abandonado....Abandonada.....Esa era la palabra que mejor la definía, tal como ahora se sentía. No se escuchaban voces, ni risas, ni llantos, ni gritos, ni discusiones, ni reproches. Sólo el viento, sólo el murmullo de las olas alejándose de la orilla.  A lo lejos distinguió gaviotas. Eran felices los pájaros en su libertad. ¡Cuántas veces había soñado con volar!. Había permanecido quieta durante demasiado tiempo. Estática, hierática,como esculpida en mármol, sin vida, sin voz, sin fuerzas para alzarla siquiera. Siempre se dejó llevar por todos.F

LAS PRIMERAS MARIPOSAS

Una noche fría de octubre. Los setenta estaban marchando y ella caminaba hacia su cita. Su primera cita. Recién cumplidos los trece no había abandonado su infancia, aun cuando la adolescencia peleaba contra ella en desigual batalla. Las trenzas quedaron abandonadas hacía ya unos años. Un hombre venía por las calles comprando pelo natural para imágenes de Santas. "Alguna Virgen del Carmen llevará tu pelo", le había dicho su madre. Ella no se resistió. Odiaba aquellas trenzas por lo ridículas que les parecían a sus amigas, todas con cola de caballo que balancear cuando caminaban. Su pelo quedó en aquel maletín negro, aún trenzado, de color castaño claro casi rubio, o rubio oscuro; ella no entendía de tonos. La melena, que suelta le llegaba a la mitad de su espalda, había quedado reducida a un corte de chico, por lo que tuvo miedo y vergüenza de enfrentarse a sus amigas, a sus compañeros de escuela, a su padre, que adoraba el cabello largo de la niña. A mediodía, temi

ELLA. ENTRE EL ROSA Y EL VERDE.

-Creo que tiene el alma de color rosa, porque el alma debe de ser de colores. Sueños en verde creo que sueña. La esperanza tiene ese tono.  Se enfrentó cara a cara con la muerte y le franqueó la entrada. ELLA, mujer, tuvo redaños suficientes para batallar contra  una enfermedad antaño innombrable  ." ¡No, no y no. No vas a poder vencerme!" le dijo cuando la tuvo enfrente. Su sonrisa eterna la delata. Solo quien ha estado a punto de perderlo todo aprecia y disfruta cada segundo. Ganas de vivir iluminan su rostro. El pelo vuelve a peinar formas cuando  reaparece cubriendo su antes lisa cabeza. Peluquería, maquillaje, ropa bonita, todo es poco para celebrar lo que vuelve a recuperarse. Entereza, fuerza, tesón, alegría, miedo, esperanza..... Palabras como éstas igual no formaban parte de su vocabulario vital y en cambio ahora se funden con ELLA en una sola cosa. El dolor y el pánico la ha moldeado como una figura que se crea con arcilla. Ahora es más bella, más mu

LA ABUELA.

El reloj de la pared marcaba las dos de la mañana.  Hacía una hora que se habían marchado todos. La cena estuvo bien. Las uvas las comieron mirando la pantalla del televisor. Después llegaron los besos, el brindis con el cava y algo de oro dentro de la copa, los buenos deseos para el nuevo año......  En el suelo aún quedaban restos de las serpentinas que habían lanzado sus nietos. El corcho de la botella se veía bajo el sillón después de su accidentado aterrizaje.  En la pantalla, único centro de su atención ahora, un grupo musical cantaba mientras los bailarines acompañaban con sus movimientos. Ella no escuchaba. Ahora podía sentir el silencio que había quedado en el salón cuando sus hijos se marcharon. A su lado, en la mesita donde reposaba el último libro adquirido, los ojos de aquel hombre la sonreían desde la foto. Otro año más soportando aquella misma rutina. Otra Nochevieja más haciendo el papel de madre y abuela deseosa de compañía. Otra vez cansada de cocinar des