Esto es más duro de lo que pensé al sentarme ante el teclado. ¿Cómo describir un dolor, cómo cuantificarlo? Una nueva pérdida, otro integrante de mi antes gran familia acaba de dejarnos. En menos de tres años se ha quebrado nuestro corazón con dos golpes secos del destino. La vida, pero sobre todo la muerte, a veces resulta injusta. Y en mi familia lo hemos comprobado con creces. El mundo está lleno de "parásitos" incombustibles, malas personas que no se van ni con agua escaldando, y en cambio otras, jóvenes y buenas personas, se van demasiado pronto. Al menos, teniendo fe como tengo en la inmortalidad del alma, sé que allá donde han ido serán felices, libres de las penas de un cuerpo y una vida mortal, y que desde arriba están velando por quienes nos quedamos. Y nos queda el recuerdo, los años a su lado, las experiencias vividas, el amor compartido. Es mucho lo que nos dejan. Hace tan sólo tres días que nos dejaste, hermano, y no puedo menos que agradecerte tu entereza ant
Un lugar donde escapar, un sitio donde encontrarme.
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ResponderEliminarYa no sentiré el olor a pinturas cuando entre en tu casa. Aquellos lienzos quedaron solos, colgados en la pared, con el solo recuerdo de tu firma.
ResponderEliminar¡Cuántos cuadros habrás regalado que llevarán tu nombre!
Descansa en paz, hermano. Allí donde estás, seguro, estarás pintando un arco iris sobre nuestras cabezas.
Te quiero.
Diego Germán. 03/03/1958- 27/03/2020