Hoy he vuelto a llorar, y lo he hecho de alegría. Un amigo mío, que llegó en su día a formar parte importante en mi vida junto a su mujer, está en una UCI, adonde le ha llevado un infarto cerebral. Ha peleado, no se tenían muchas esperanzas, pero hoy por fin ha salido el sol. Una llamada a mi amiga me ha hecho recuperar la sonrisa, y la angustia que he guardado durante estos cinco días, ha estallado en lágrimas, y aunque no soy mucho de rezar, lo he vuelto a hacer ante una imagen de San Judas Tadeo, patrón de las causas difíciles, al que le he tenido desde el domingo una vela encendida ininterrumpidamente, para que su luz le guiase hasta mí y escuchase mi petición. Su Barça ganó ayer a mi equipo, pero como sé que le alegró en su solitaria estancia, yo también me alegré por los culés, porque fue la alegría de un amigo, de un gran amigo. Es irónico el destino.... Ese mismo día, la tarde del domingo, estuvimos hablando del tema, y me decían que me cuidase, que ...
Un lugar donde escapar, un sitio donde encontrarme.