Compró el diario siguiendo la recomendación de una de sus "buenas amigas". Hacía mucho tiempo que no escribía uno, seguramente siglos, tal era la edad que tenía cuando llenó la última página de aquel librito azul con pastas duras y un pequeño candado que guardaba sus secretos de adolescente. Mira tú por donde ahora se sentiría otra vez aquella niña-mujer de doce años....¡Un diario!.....¿Y de dónde iba a sacar ella tiempo para escribir, con el trabajo de camarera, sus hijos adolescentes en plena efervescencia hormonal, ese pretendiente que la visitaba todas las mañanas con la excusa del cortado y media catalana?....¡En fin, que no quedase por su parte el intentarlo!..
Ella no se veía como todos afirmaban, pero igual es que nunca supo "mirar en su interior" para llegar a conocerse como parecía que últimamente TODOS la conocían.....
Llegaba a los cuarenta y no cambiaba nada. No había cosa que le molestase más que su silencio ante los consejos "bienintencionados" de sus conocidos. Con todo lo que había vivido y las garras que había sacado a la vida para no caer, era incapaz de mandar a freír monas a los pseudo-psicólogos que se empeñaban una y otra vez en decirle cómo debía vivirla. Esos, que además, no la ayudaron a sujetarse nunca dejando que se rompiese las uñas para evitar la caída.
Pero ella era así. Fuerte cuando era necesario sacar fuerzas, débil cuando la intentaban "proteger de sí misma".
Con una carrera universitaria casi terminada, decidió, por amor (.....) abandonarlo todo y largarse con aquel niño pijo que le prometió la luna. La luna, qué desilusión. Unos años con él le bastaron para darse cuenta de que nunca estaría a su alcance.
De aquella unión nacieron dos hijos, terrenales ellos, con necesidades biológicas y afectivas que aquel ser que le pareció sobrenatural en su día era incapaz de satisfacer, tan alto y elevado era su ego y tan baja su personalidad. Todo su encanto desapareció al tiempo que su rubio pelo, presente a docenas, muerto, en el desagüe de la bañera...... Y es que todo en él fue un fraude, incluída su pose de autosuficiente. Dicen que dentro de cien años todos calvos, pues él no llegó a la centena para quedarse mondo y lirondo.
El día que ella decidió volar sola pasó hacía tanto que casi le parecía no ocurrido. Solo había algo que le decía cada día que no había sido una pesadilla, y era mirar a aquellos dos adolescentes con acné que le alegraban los días al mismo tiempo que la llenaban de angustia.
Ahora era feliz, había encontrado el rumbo de su vida, no dependía de nadie y había madurado, pero la gente seguía pensando que no estaba bien, quizás buscando seguir alimentando sus propios días "ayudando" a la amiga descarriada que no está muy allá de la azotea.
Pues bueno, escribirá su diario, como aquella amiga quería, y pondrá, con muy buena letra y sin faltas de ortografía ( de algo le tuvo que servir estudiar filología hispánica) los cafés servidos en la mañana, las discusiones sobre fútbol o política con los parroquianos de siempre, las notas de sus hijos en el instituto, las insinuaciones del cliente tras su cortado con catalana, el regateo con el jefe en el recuento de las horas extras, la discusión con el del café, que les quería subir el precio del paquete de descafeinado....... En fin, un diario de lo más interesante, tanto, que igual se convertiría en best seller en manos de algún editor avispado......jaja.
De chiste, si no fuese porque no le hacía ni pizca de gracia.
Ella, en vez de comprar el diario, debería haberse fabricado un cartel y pasearse con él como si de reclamo publicitario se tratase....Un cartel en que rezase, con muy buena letra y en cursiva, sin faltas y en negrita, el siguiente mensaje : NO ME DEN CONSEJOS, POR FAVOR, YA ME BASTO YO SOLA PARA CRITICARME.
8-02-2014
Querido diario: Jajajaja....Es que no puedo, de verdad, esto no es serio.....
Bien, otra vez empiezo.....
Querido diario:
Voy a empezar como hace años le decía al cura de mi pueblo cuando me confesaba: "Hace mucho tiempo que no te escribo"....
Hoy ha venido, por enésima y no por última vez, a verme, el pesado del cortado y la catalana..... Tenía libre en el curro, pero aún así se ha marcado unos kilómetros en coche para venir a desayunar al bar donde trabajo. Esto es perseverancia, sí señor, o locura, que también pudiera llamarse así a su cabezonería..... He vuelto, como otras cientos de veces, a declinar amablemente su invitación.... Este hombre no sabe lo que es darse por vencido, se empeña día sí y otro también en que debemos comer un día juntos sin que nos separe esta barra, la misma que ahora nos sirve para que yo ponga en ella su desayuno y él apoye sus codos mirándome fijamente como corderito cuando le presento la cuenta en el platillo.
Lo cierto es que no está mal el compañero...... Pero no, Angela (Así me llamo, diario, que no hemos hecho las presentaciones oportunas) no seas tonta. Mira que tú te derrites con esas miradas, date cuenta que animalito solo que veías por la calle lo llevabas a casa, so pretexto de que te había suplicado con los ojos que lo salvases.....Muchas riñas te llevaste de tus padres que no sirvieron de nada, mira sino al último que adoptaste, sí, aquel rubio monísimo que se convirtió en calvo en menos que cantó un gallo......
Pero digo yo que todos no van a ser iguales....
Angela, Angela, que nos conocemos....Tú, limítate a servirle el desayuno, obséquiale con la mejor de tus sonrisas cuando te deje la propina en el bote, escucha sus soliloquios como si te interesasen y después, cuando se vaya, limpia la barra y pon los cubiertos en el lavavajillas....Aséptico y seguro, como debería ser todo en esta vida.
Mira, ya te he estrenado, nuevo diario..... Mañana seguimos con la terapia recomendada con tanto afecto por una de mis muchas amigas. No sé de qué me puede servir esto, pero yo, como siempre he sido una buena chica, y muy bien mandada, como dicen los viejos de mi pueblo, voy a hacerme caso y a seguir con este juego.....Igual cuando termine de escribir tu última página descubro cómo soy realmente y acabo dando la razón a los que dicen que soy una neurótica deseosa de caerle bien a todo el mundo.....
Pues bien, hasta mañana de nuevo, que hoy ya es muy tarde, tengo las piernas hinchadas y la cabeza rebosante de datos. Y tú dirás, página en blanco, que qué datos puedo almacenar detrás de una barra de cafetería.....¿No te lo he dicho? ¡Claro, si acabamos de conocernos! jejeje....He vuelto a estudiar, estoy intentando sacarme el último curso de filología a fuerza de ahorrar las propinas....... ¿De qué sino iba yo a aguantar tantas historias de clientes frustrados en el trabajo, en su casa, en los estudios, que todos los días escucho cual sicólogo argentino sin diván?.....
¡Y es que, esto de la hostelería es mucho más duro y estresante de lo que pudiera parecer!
A no ser, claro, que cuando se vayan todos y cada uno de estos "pacientes- clientes", además de sus tazas, sus cubiertos y sus vasos, pongamos en el lavavajillas todas sus historias, le demos al programa más largo y la máxima temperatura....Como yo digo, relaciones asépticas, que son las que más duran.....
Hasta otro día. Buenas noches.
Esta historia se presenta muy interesante, si te apetece y escribes más, buscamos una editorial y nos forramos. Yo entro en el negocio, como no, porque si Ángela se queda sin neuras te presto las mías.
ResponderEliminarCreo que aquí hay filón, Teresa, y no por éxito editorial, sino porque creo que este personaje tiene neuras para dar y tomar....jejeje. Muchas gracias por tu comentario. Nos vemos en los bares, como se decía en los 80....
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